Ayer domingo, Grecia ponía en cuarentena el campo de refugiados de Malakasa, tras el positivo por coronavirus de un residente. Las autoridades temen que la pandemia llegue también al de Moria, donde se hacinan unas 20.000 personas. En ambos, coopera desde 2015 la ONG Remar. Hace tres años, nos mostraron una realidad todavía vigente e invisible para la sociedad europea. Y a la vez, el consuelo y la fuerza que brotan del mensaje de Jesús.