Desde 1985, la Asociación Betel ayuda a miles de personas con problemas de adicciones y en otras situaciones de exclusión social por toda España y alrededor del mundo. Hemos visitamos su sede central en Madrid para conocer de primera mano las distintas áreas de su trabajo al servicio de la sociedad. Su lema es “Restaurando vidas”. El fundador de Betel, Elías Tepper, llegó a España con su familia en 1983 con el deseo de compartir el mensaje del evangelio con los universitarios, después de su experiencia en México donde ejercía como catedrático. Pero, en Madrid, se encontró un panorama distinto: “Descubrimos que los traficantes, los drogadictos en San Blas, querían oír el evangelio y comenzaron a hablar con nosotros….. Finalmente tuvimos que comenzar nuestros propios centros para atender a toda la gente que quería recibir ayuda”. El crecimiento de la Asociación Betel les ha convertido un referente de ayuda a los más vulnerables de la sociedad. En 2024, casi dos mil personas ingresaron en Betel. Ofrecen un programa residencial inspirado en valores cristianos en un ambiente de apoyo mutuo y sus actividades ocupacionales tienen un carácter terapéutico y pre-laboral. Sus actividades le permiten financiarse y no ser carga para las familias. En el año 2000, fue declarada asociación de utilidad pública en España. Para Eduardo Hernández-Lissen, secretario de la entidad, “es un prestigio y un reconocimiento de que las actividades que realizamos son de interés general y benefician a una colectividad”. Otros proyectos son la Clínica Dental Betel, reconocida en 2017 con la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, o Kilo de Amor, con distribución de alimentos a cientos de familias cada año. El perfil de las personas que acuden a Betel ha variado en cuarenta años, pero su objetivo sigue siendo el mismo: restaurar vidas.