La crisis de los refugiados llegados a Europa en los últimos meses en busca de su “Tierra Prometida”, ha abierto multitud de interrogantes sobre la autenticidad de las resoluciones internacionales. Mientras los políticos discuten, multitud de ONGs trabajan sin descanso para dar comida, vestido y atención a esta avalancha humana que huye del horror de la guerra y la miseria.