La protección de los niños es una de las prioridades de nuestra sociedad. Cuidar la infancia y ayudar a su desarrollo son señales de una sociedad avanzada. Pero también la infancia se ve como una etapa de la vida que hay que superar. La madurez implica autonomía, emancipación e independencia. Por eso es chocante que Jesús proponga a sus discípulos “hacerse como niños”.