Morirse es muy normal, ha pasado siempre. Tarde o temprano, nos guste o no, todos moriremos. No nos gusta hablar de la muerte, cruzamos los dedos o tocamos madera esperando que no nos toque pronto, pero sería absurdo ignorar algo tan real y tan traicionero. Hoy hablaremos de ella con jóvenes de la Generación Z.