"Espejito, espejito, ¿quién es la más bella del mundo?" Con esta pregunta, la bruja del cuento de Blancanieves torturaba a su espejo, pero hoy esa pregunta se ha convertido en un mantra para muchos jóvenes que han hecho de la apariencia su prioridad en la vida. La búsqueda desmedida de una imagen corporal de acuerdo a los prototipos vendidos en los medios y las redes sociales está generando trastornos y dependencias muy peligrosas para ellos.