Para cualquier hijo o hija, la relación que tiene con sus padres influye en su desarrollo y en la conformación de su identidad. Cada vez estamos más cerca de la Navidad y nos preguntamos en este nuevo episodio de Jesús, el Mesías prometido, ¿en qué sentido Jesús nos muestra al mejor de los padres? Así, hablamos de una nueva característica del Salvador anunciada por el profeta Isaías muchos siglos atrás, la de Padre Eterno. En esta ocasión, conversamos sobre ello con Agustín Melguizo, pastor de la Iglesia Evangélica Comunidades Anabautistas Unidas de Burgos. La necesidad de trascender Vivir en una dimensión de espacio y tiempo limitados, bajo la tiranía de unos horarios, también sujetos al mismo materialismo, o incluso encasillados en la idea de la incredulidad de todo aquello que no podemos ver o tocar, todo esto y otras razones, nos pueden llevar a pensar que la idea de un ser eterno en pleno siglo XXI sea algo ridículo. Para Melguizo, “creer que todo esto ha surgido de la casualidad también requiere de fe”, refiriéndose al mundo en que vivimos. Añade que la fe está en nuestra vida en todos los ámbitos: tenemos fe en que va a amanecer, tenemos fe en que el autobús va a llegar…. En fin, no solo en el ámbito religioso se activa el factor de la fe, sino que también se aplica a la vida cotidiana, si lo pensamos bien. Además, Melguizo apela a la Historia, ya que tanto en el pasado como en el presente encontramos personas que expresan haber encontrado a Dios en cada generación. No son pocos los que consideran la realidad de un Ser trascedente, aunque lo nombren de diferentes maneras. Solo esto es ya una evidencia de la necesidad que tiene el ser humano de trascender. ¿Por qué será? Te animamos a adentrarte en este diálogo sobre el Padre Eterno.