El aborto supone para las arcas del Estado un gasto anual de decenas de millones de euros del que poco se habla. La factura económica del aborto es muy alta, pero hay otra factura de la que tampoco se habla que es más alta aún, la psicológica, como nos cuentan varias mujeres que, sufriendo el síndrome postaborto, lograron salir adelante gracias a la asociación AESVIDA.